La pintoresca región de Asamayama, Japón tuvo una enorme influencia en el proyecto residencial desarrollado por la firma japonesa de arquitectura. Después de años de investigación, el cliente encontró el sitio ideal para la casa de sus sueños y decidió establecerse lejos de la jungla urbana, este retiro particularmente hermoso se centra en la asombrosa belleza natural, que tiene un efecto calmante en el cuerpo humano y la mente. El espacio interior está muy bien mezclado con el entorno, creando un lugar acogedor y confortable, ideal para leer libros, relajarse y descubrir el yo interior.
El vigente sobre el mar de árboles, la casa en Asamayama ofrece unas vistas espectaculares. Una estructura de acero envuelve la vivienda, por lo que es adecuado para el terreno escarpado. El diálogo entre el exterior y el espacio habitable se hace a través de la cobertura de madera. Aquí, la cultura japonesa crea una conexión entre el hombre y el medio ambiente. Para el interior, los arquitectos optaron por una línea de diseño minimalista. Una pared hecha de vidrio, orientado hacia las montañas involucra al espectador en un viaje de tranquilidad. Bajo la influencia de un concepto sobrio y chic, la casa exhala comodidad, convirtiéndose en el ambiente propicio para la relajación.