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Rehabilitación con Espíritu Verde: Reforma Exterior de Hogar

La rehabilitación de esta antigua construcción de payés, respeta al máximo su esencia original y saca partido al desnivel del terreno. Estas cualidades permiten abocar la parte nueva de la reforma al exterior, de manera que pueda disfrutarse todo el año, tal y como querían los propietarios.
Una antigua construcci6n delsiglo XVIII dedicada a las labores del campo -que en origen contaba con una parte inferior para los animales y una superior para almacenar el grano- se ha convertido hoy en una residencia totalmente rehabilitada. Ahora está abierta al exterior, de forma que se puede disfrutar de ella prácticamente todo el año. Diversas modificaciones han variado su funcionalidad; comenzando por la que hace un siglo transformó la parte superior dedicada al almacenamiento de cereales en zona habitable. Otra en la década de los sesenta y más recientemente las de 1989 y 2005, que han redimensionado su estructura al aprovechar con sabiduria las caracterfsticas del terreno. Estas dos últimas, realizadas por los propietarios actuales, se han llevado a cabo con la premisa del respeto máximo a la construcción preexistente y al paisaje.  De esta manera la nueva imagen de la antigua casa en el campo, en la Zona Gerundense de Olot, se adapta a los nuevos tiempos. Los arquitectos José Luis Canosa y Victor Canosa, del estudio José Luis Canosa, Daniel Duch, Victor Canosa Arquitectos, SCP, fueron los encargados tanto de la reforma que en 1989 actualizó las instalaciones de la casa, como de la que en 2005 agrandó y conectó el nivel superior con el inferior y que conllevó una ampliación bajo el terreno del jardín existente.
De todas las intervenciones, tal vez la más espectacular sea Esta última, en la que se aprovechó el desnivel del terreno para levantar un nuevo forjado, una nueva estructura que permitiera ampliar la antaño zona de animales con diferentes espacios que incluyen, además de la zona de dormitorios ya existentes, un generoso salón, otro dormitorio, un baño y una nueva cocina. Todo ello se llevó a cabo con el firme compromiso de ganar metros sin estropear el paisaje, por lo que una vez "abierto" el hueco, se volvió a llenar y "tapar". La diferencia salta a la vista, un espacio encajado en el desnivel del terreno, abierto mediante unas amplias cristaleras, con un frente de luz que se orienta a la parte anterior. Durante la ampliación se halló una monumental y original piedra que se respetó y mantuvo a modo de tabique, de manera que la nueva cocina y el baño quedan separados, sin puertas aparentes, por ella. En perspectiva uno tiene la sensación de estar frente a un todo abierto. Como explica José Luis Canosa, "el ambiente está pensado para que los ventanales se puedan abrir completamente, las persianas del dormitorio situado en la zona central se puedan subir, y así proyectar un espacio enorme que difumina sus límites con el paisaje exterior"