Cuando llega Navidad, en los hogares, nos proponemos crear ambientes acogedores, que se ajusten a la atmósfera que esta celebración inspira. Entre los diversos adornos que podemos encontrar, un centro de mesa con velas, puede ser el detalle que añada un toque personal y cálido a la decoración de una mesa en Navidad.
En Navidad cualquier espacio, rincón o estancia de una casa se puede decorar con detalles que evoquen esta celebración, un punto de encuentro muy frecuente es la mesa del comedor, o una mesa en la cocina. Por ello, añadir una nota de color, un toque original, a la decoración navideña de una mesa, es una idea que nos permite componer un ambiente atractivo.
Entre las distintas alternativas para decorar una mesa en Navidad, los centros de mesa, se presentan como accesorios decorativos que ofrecen infinidad de posibilidades. Estos adornos son versátiles, pues se pueden adecuar a distintos estilos, a mesas de tamaños y formas diferentes, y hechos con materiales simples y clásicos, hasta los más innovadores y atrevidos.
Los centros de mesa que integran velas entre sus componentes, permiten crear un ambiente sumamente acogedor y elegante en una mesa en Navidad. Otros de los elementos que se podrán utilizar para dar forma a un arreglo de mesa, hecho en casa, y con objetos y adornos que quizás ya tenemos pueden ser platos, bandejas, piezas de porcelana y cristal como copas, jarrones, candelabros, entre otros.
Un sencillo plato de porcelana, con un grupo de velas blancas, unidas por un delicado lazo, y rodeados por detalles que añadan un toque navideño, puede ser una idea fácil de reproducir para hacer un centro de mesa con nuestras propias manos.
Para diseñar un centro de mesa con velas, podremos combinar colores, con formas distintas, jugar con las alturas y los volúmenes, y no olvidemos dotar con una nota propia a este arreglo, incorporando algún elemento que nos identifique, como una flor, una vela dentro de una vieja taza heredada, o una fuente de plata.
Además, en un arreglo de mesa, las piñas, ramas de cedro, y las bayas, tanto naturales como artificiales, aportan las clásicas formas y aromas que identifican a la Navidad.
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