Esta espectacular arquitectura de restauración se encuentra en un edificio en el casco antiguo de Barcelona, España. La casa fue originalmente una tienda de telas de 20 años, pero estaba en malas condiciones y necesitaba ser restaurada. Los propietarios de esta casa, una joven pareja con un niño pequeño, adquirieron esta singular casa y pusieron en marcha el Estudio MINIM de diseño interior para rehabilitar la casa. Que siempre había buscado espacios únicos con la distinción arquitectónica de elementos, pero ellos estaban fascinados con las posibilidades que ofrecía esta casa, que incluye un claustro y un patio terraza, mirador y la obra de Antoni Gaudí a sí mismo. Desde el principio, los propietarios, conscientes del valor histórico de la rehabilitación de vivienda, deseó para el diseño de interiores una empresa para restaurar y mantener el máximo provecho de cada uno de los originales elementos.
La casa consta de 180 metros cuadrados con acceso a un patio interior de unos 150 metros cuadrados y un anexo espacio que formaba parte de un antiguo convento de 500 años, cuya fachada posterior se orienta hacia el mismo patio. El convento tiene un espacio de más de 100 metros cuadrados y sirve como un área de oficinas para el propietario. Las dos propiedades se unificaron en una vivienda principal. Los clientes deseaban de todo no ser neutral, con una estética limpia y minimalista, inspirado en el estilo nórdico con mobiliario contemporáneo. La sala de estar, comedor y cocina se encuentran en el corazón de la casa con acceso abierto al patio. Los techos no se podían mantener, no sólo porque estaban en mal estado y porque no coincide con la distribución, sino porque era realmente muy simple y no aportaba ningún valor. Los diferentes techos originales fueron retirados, y se dejó un espacio homogéneo con la estructura de vigas y bloques del techo a la vista.
